Ché y Camilo y los caminos de la historia de Cuba

Wilkie Delgado Correa

imagen-camilo-y-che Los acontecimientos históricos parecen obedecer a una génesis y una dinámica particulares que dan sentido a la trascendencia en los destinos de los hombres, de los pueblos o de la humanidad. Un día o unos pocos años pueden bastar para inscribirlos con huellas indelebles en la historia.

Así ha ocurrido con dos seres humanos cuyas desapariciones físicas se conmemoran en este octubre. Cincuenta y cinco y cuarenta y siete años después, ambos nos siguen acompañando en las vidas, cada uno con su significación singular según los ámbitos y circunstancias.

Un argentino, Ernesto Che Guevara, y un cubano, Camilo Cienfuegos, coincidieron en un minuto histórico de la lucha de liberación de Cuba en 1956 liderada por Fidel Castro. Ambos integraron el grupo revolucionario de 82 hombres que el 2 de diciembre de ese año desembarcaron en los Cayuelos, cerca de las Coloradas, en la provincia de Oriente.

Como integrantes del grupo guerrillero de la Sierra Maestra, y formando parte de aquel puñado de hombres guiados por altos ideales y con una estrategia revolucionaria creadora, realizaron la proeza de  derrotar, con el apoyo del pueblo cubano, al ejército contrario; formado, apoyado, armado y prohijado por los Estados Unidos. 

Cuando fue necesario extender la guerra de liberación hacia las provincias del centro y occidente del país, Che fue designado por Fidel para dirigirse a las Villas con una Columna de combatientes, y Camilo con una similar para hacer un recorrido paralelo y dirigirse a la provincia más occidental, Pinar del Río.

Ambos, reunidos en el centro del país, aplicando una política unitaria de los frentes guerrilleros, lograron romper la columna vertebral del ejército de la tiranía, y junto con los avances del Frente I de Fidel, el II Frente de Raúl y el III Frente dirigido por Almeida, provocaron la caída estrepitosa del régimen dictatorial el primero de enero de 1959.

En Octubre de 1959, Camilo recibió la misión de desbaratar el primer intento significativo de sedición y traición de Hubert Matos en el mando de Camagüey. Lo detuvo y ocupó la fortaleza sin disparar un tiro. Se presentó armado con la moral, la audacia, la fidelidad y la valentía que todos le reconocían. En poco tiempo pudo recibir a Fidel que llegó rodeado y acompañado por un mar de pueblo.

En los avatares para resolver las consecuencias de aquella vil intentona, Camilo desapareció en una avioneta a causa de una tempestad. Su tumba sería el mar. Ese día, el 28 de Octubre de 1959, moría tempranamente, a la edad de 27 años, el Comandante que le había expresado a Fidel que más fácil le sería dejar de respirar que dejar de ser fiel a su confianza. y a quien Fidel, en un gesto significativo, preguntara "¿voy bien, Camilo?", durante su discurso el 8 de enero de 1959 en La Habana.

Che pudo seguir su trayectoria como Guerrillero Heroico en África y América Latina en su lucha resuelta por la liberación de esos pueblos de las garras del imperialismo. El día 8 de 1967 fue hecho prisionero en el combate de la Quebrada del Yuro en Bolivia y el día 9 fue asesinado en la escuelita donde permanecía preso. La orden de matar llegó del Norte y fue cumplida cobarde y criminalmente por el gobierno boliviano.

Para más aberración de salvajismo político sus enemigos quisieron desaparecerlo bajo tierra pero no pudieron lograrlo. Después de 30 años fue posible encontrar sus restos en Bolivia, tras un esfuerzo colosal de búsqueda.

Che y Camilo, todavía andan espiritualmente como almas gemelas y permanecen vivos en el corazón y la memoria de hombres y pueblos. El homenaje que se les tributa, con el paso del tiempo, da sentido perdurable a sus vidas  sacrificadas tempranamente en aras de ideales y luchas nobles y fecundas.