Dra. Álvarez Castelló: estamos dispuestos a mejorar nuestra práctica asistencial en beneficio de nuestro pueblo

Por Jorge Noel Marqués *

 imagen-de-la-doctora-mirta-alvarez-castello-editada-2 La Dra. Mirta Álvarez Castelló es de esas personas que facilitan un propósito de trabajo; capta una idea y, sin dilaciones, te responde: llámame y nos ponemos de acuerdo.  Es lo que ocurrió cuando le propuse abordar el tema de la rinitis alérgica.

Acudo al Dpto. de Alergia del hospital universitario General Calixto García y me recibe en su espacio de labor. Ponte cómodo y dime en qué consiste el cuestionario que elaboraste para saber qué interrogantes debo responder. Menciono las preguntas y me responde: además de la rinitis hay otras cuestiones a tratar pero ya estoy lista para comenzar.

Es oportuno referir que la Dra. Álvarez Castelló dirige el Dpto. de Alergia del prestigioso centro asistencial y además es la presidenta de la Sociedad Cubana de Asma, Alergia e Inmunología Clínica.

 ¿Es la rinitis alérgica la enfermedad más frecuente de las afecciones alérgicas?

Sí, la rinitis alérgica es la más frecuente y de hecho afecta entre un 10 ó 20% de la población mundial, con una tendencia al aumento. En Cuba es elevada y el estudio realizado utilizando la metodología ISAAC mostró un incremento en niños de 6 a 7 años y en adolescentes de 13 a 14 años, siendo uno de los países con considerable prevalencia en la región.

 ¿Cuáles son sus síntomas y qué tratamiento se indica?La rinitis no es más que la inflamación de la musosa nasal y se caracteriza fundamentalmente por secreción nasal, prurito, estornudos, y obstrucción, que pueden acompañarse de otras manifestaciones clínicas como la rinoconjuntivitis alérgica y el asma.

 Se dice que la mayoría de los pacientes con asma tienen asociada una rinitis y no se logra un control adecuado del asma sino se trata adecuadamente la rinitis y se acompañan los tratamientos de las medidas de evitación alergénicas que son comunes a todas las enfermedades alérgicas como forrar los colchones, no sacudir y pasar paños húmedos, buenos estilos de vida (alimentación y práctica sistemática de ejercicios físicos) más el tratamiento de los síntomas que consisten en antihistamínicos, gotas nasales antialérgicas y la aplicación de vacunas.

Estas vacunas para la alergia son el único tratamiento capaz de modificar el curso de las enfermedades alérgicas y en la rinitis no solo controlar  los síntomas si no mantener al paciente durante largos períodos sin síntomas y evitar la aparición de asma y otras enfermedades alérgicas, evitando la aparición de nuevas sensibilizaciones.

Hay pacientes que necesitan tratamientos de irrigaciones  nasales pues presentan manifestaciones clínicas como una rinosinusitis crónica o poliposis nasal que requieren de la intervención oportuna de otras especialidades como la Otorrinolaringología para el control adecuado de sus manifestaciones.

¿Cómo se produce la interrelación entre los servicios de Alergia y de Otorrinolaringología en los casos de rinitis alérgica y cuáles son sus resultados?  

Mantenemos una relación estrecha de trabajo con los especialistas del servicio de Otorrinolaringología que dirige la Dra. Teresa Pérez García. De hecho, muchas veces solicitamos la valoración conjunta con estos especialistas, pues la enfermedad se acompaña de alteraciones a nivel de la mucosa, en ocasiones a nivel del tabique nasal o porque el paciente tiene otras afecciones asociadas como poliposis nasal y necesitamos de la intervención de esta especialidad para el control adecuado de estos pacientes.

La historia clínica y el examen físico es importantísimo para tomar una conducta apropiada, pues su examen físico y valoración nos ayudan a definir en muchos casos el tipo de rinitis que tiene el paciente y así orientar el tratamiento. Hay que recordar que la rinitis  puede relacionarse con el uso de medicamentos como  antihipertensivos, anticonceptivos orales, psicofármacos, aspirina y otros antiinflamatorios y también estar asociada a enfermedades sistémicas como hipotiroidismo y por eso le concedo esa valoración al trabajo asistencial que conjuntamente realizamos a diario en el hospital.

También puede estar relacionada con sustancias, gases o agentes presentes en el medio laboral, que pueden desencadenar o agravar una rinitis preexistente en los pacientes y entonces pensamos en rinitis ocupacional.

En cuanto a los resultados, considero que hay una mejor atención a los pacientes, una mejor calidad asistencial y por tanto mejoría de la calidad de vida de los individuos afectados, ya que están recibiendo un tratamiento adecuado por parte de especialistas de los dos servicios. Tenemos trabajos de investigación realizados de forma conjunta, por ejemplo, estudios sobre poliposis nasales, estudios de pruebas de provocación nasal y estamos diseñando un estudio para vacunas tópicas nasales.

Todo ello repercute en una mejor atención al enfermo, y optimización del tratamiento y los servicios, pues el paciente está logrando un mejor control de su afección y resolviendo su problema de salud.

¿Los pacientes que presentan una poliposis nasal resuelven su problema de salud en la mayoría de las ocasiones. Cuál es el resultado final de estas intervenciones?

La mayoría de los casos resuelven su problema. En los casos donde la alergia está jugando un papel fundamental la respuesta es afirmativa y se logra la no recidiva de estos cuadros cuando la causa del proceso de base de estos pólipos media una enfermedad alérgica. Hay otras entidades que pueden asociarse a una poliposis nasal; por ejemplo medicamentos como la aspirina, hongos, lo aconsejable es indicar un tratamiento a la causa que originan esos pólipos, por lo cual reitero que los pacientes deben ser valorados adecuadamente por parte de alergólogos y otorrinolaringólogos.

¿Tratamiento aplicado en casos de rinitis alérgica complicada?  

El tratamiento a pesar de ser protocolizado también es personalizado. Existen tratamientos de gotas nasales, antialérgicos, antihistamínicos, vacunas, y en los casos de una hipertrofia marcada de cornetes le ponemos el tratamiento pertinente conjuntamente con los otorrinolaringólogos. En los  casos que lo requieran se valora la aplicación de otras intervenciones por parte de los especialistas de ORL. 

¿Cómo funciona la asociación entre la APS y el Dpto. de Alergia del hospital Calixto García?

La especialidad de alergia a pesar de que se encuentra en el segundo nivel de atención tiene profesionales laborando en la Atención Primaria de Salud, APS, y realizan la mayoría de los procederes en ese nivel y atienden estas afecciones en la población. En los casos que necesitan una coordinación de atención hospitalaria, están identificados los centros a los cuales se deben remitir los pacientes.

También la atención secundaria se dirige al nivel primario, de hecho nuestros especialistas tienen consultas en distintos policlínicos y los pacientes que necesitan de una atención hospitalaria son llevados a esos centros y se les aplican los procederes diagnósticos y tratamientos correspondientes. Tenemos uno o dos alergólogos por municipio y existen servicios de  Alergología en todos los hospitales de La Habana y en todas las provincias del país.

¿Propósitos inmediatos y futuros del Dpto. de Alergia?   

Estamos enfrascados en mejorar cada día la actividad asistencial, investigativa y docente de la especialidad. Queremos incorporar más a los alergólogos del nivel municipal para fomentar la preparación de nuestra especialidad en la APS de manera que puedan interactuar con los médicos de familia y brinden el apoyo necesario para controlar las enfermedades más frecuentes en nuestro país como son la rinitis y el asma.

Como especialidad tenemos muchos retos todavía debemos mejorar lo que hemos alcanzado, tenemos mucho trabajo por delante. Necesitamos desarrollar estudios en la APS buscando la prevalencia real de estas enfermedades en ese nivel de atención; de hecho, se han hecho investigaciones muy interesantes en relación con el asma, la rinitis, y creo que hay que multiplicar este tipo de estudios en todo el país.

Somos una especialidad joven que aplica una formación docente a lo largo y ancho del país. Somos 300 alergólogos; de esa cifra, 205 son mujeres. Es una especialidad que se fortalece con la interrelación con otras especialidades médicas y cada día estamos dispuestos a mejorar nuestra práctica asistencial en beneficio de nuestro pueblo. 

*El autor es integrante del Centro Virtual de Convenciones de Salud, Cencomed.