Ayuda para preparar una presentación oral

Organización del trabajo

La mejor forma de organizar una presentación verbal es seguir el mismo itinerario lógico que habitualmente se sigue al escribirlo, comenzando por "¿Cuál es el problema?" y terminando por "¿Cuál es la solución?".  Sin embargo, es importante recordar que la presentación verbal de un trabajo no constituye una publicación y, por consiguiente, se aplican reglas diferentes. Un artículo publicado debe contener todos los detalles experimentales, a fin de que los experimentos puedan repetirse; una presentación verbal, en cambio, no requiere ni debe contener todos los datos experimentales, aburriría al público... La cita copiosa de bibliografía tampoco resulta conveniente en una presentación verbal.

Presentación del trabajo

La mayoría de las presentaciones son breves, generalmente de 10 –15 minutos. Por ello, su contenido teórico debe reducirse en comparación con el de un artículo escrito. Por muy bien que estén organizadas, un gran número de ideas presentadas demasiado rápido resultarán confusas. Uno debe atenerse a la tesis principal o al resultado más importante y subrayarlo. No habrá tiempo para presentar otras ideas, por interesantes que parezcan.
 
Existen, desde luego, otros tipos de presentaciones verbales más largas. El tiempo que comúnmente se concede para hacer una exposición en un simposio es de 20 minutos, a veces más. En una conferencia o  seminario puede ser hasta de una hora. Evidentemente, podrá presentarse más material si se tiene más tiempo. Aun así, debe procederse con calma, presentando detenidamente algunos puntos o temas principales. Si se avanza muy de prisa, especialmente al principio, el público perderá el hilo y el mensaje se perderá.

Diapositivas

En las reuniones científicas pequeñas e informales se pueden utilizar diversos tipos de ayudas visuales. Es posible usar con provecho proyectores de transparencias, tableros y hasta pizarras. En la mayoría de las reuniones científicas, sin embargo, lo más común es utilizar diapositivas. He aquí algunas consideraciones importantes para preparar las dispositivas adecuadamente:

  • Deben prepararse específicamente para su utilización en presentaciones verbales, las gráficas dibujadas para su publicación en revistas rara vez son eficaces, y a menudo no resultan siquiera legibles, las diapositivas preparadas a partir de un original mecanografiado o de una revista o libro impresos casi nunca son útiles. Hay que recordar también que las diapositivas deben ser apaisadas y no verticales, lo que es exactamente lo contrario de las dimensiones preferidas para las ilustraciones impresas.
     
  • Hay que recordar que la iluminación en las salas de conferencia rara vez es la óptima para proyectar diapositivas. Por ello, el contraste es importante. Las mejores diapositivas son las que llevan rótulos en nergro o azul sobre un fondo blanco.
     
  • No deben estar demasiado llenas. Cada una debe estar destinada a ilustrar un aspecto determinado o tal vez a resumir unos cuantos aspectos. Si una diapositiva no se puede comprender en 4 segundos, es una mala diapositiva.
     
  • El ponente debe llegar a la sala antes que el público, para comprobar el proyector, el mecanismo de avance y las luces.  
  • Normalmente, cada diapositiva debe hacer una declaración visual sencilla y fácilmente comprensible. La diapositiva ha de complementar lo que el ponente está diciendo en el momento de su proyección;  no debe limitarse a repetir lo que el ponente dice. Nunca debe leerse el texto de una diapositiva al público. Unas diapositivas bien diseñadas y preparadas pueden aumentar grandemente la utilidad de una presentación científica.