Debemos aprender a convivir con el Sol

El número de decesos por cancer de piel ha marcado un sostenido ascenso desde la década del 70 del pasado siglo hasta el 2010; tal evidencia se registra en el Anuario Estadístico de Cuba en su edición del pasado año.

De acuerdo con esa fuente,  en 1970 ocurrieron (90 fallecimientos), 1980 (106), 1990 (201), 2000 (271), 2009 (373) y 2010 (386). Allí se refiere que las tasas más elevadas de incidencia de tumores malignos en los hombres, según localización, son bronquios y pulmón, seguido de piel y próstata; y en las mujeres, mama, piel y bronquios y pulmón.

dra-silvia-editadaTal situación propicia que la Dra. Silvia García Martínez, especialista de segundo grado de Dermatología de la Clínica Central Cira García, emita esenciales argumentaciones basadas en su Guía Educativa para la Prevención del Daño Solar y el Cáncer de Piel.  

¿El sol es nuestro amigo o enemigo? se pregunta mi entrevistada quien añade que los dermatólogos exigen un cambio de actitud social para prevenir el daño solar. 

En la actualidad no existen dudas acerca del  peligro de la sobre-exposición a los rayos solares, el bronceado forma parte del estilo de vida moderno y es popularmente considerado como saludable.

Es muy frecuente ver quemaduras solares durante la temporadas de primavera-verano asì como  lesiones tardías de envejecimiento cutàneo y apariciòn de cánceres  en la piel  debido al  daño solar crónico, especialmente la acción dañina de las radiaciones ultravioletas, UV.

Estas últimas se manifiestan después de un lapso variable. Son fenómenos biológicos acumulativos e irreversibles. Las estadísticas muestran que el número de tumores malignos de piel en la raza blanca ha  aumentado en las últimas décadas sobre todo en países de latitudes de alta irradiación solar, cercanas al ecuador. 

El daño solar y su impacto en la salud es debido a  la excesiva exposición al sol durante la vida. La prevención es posible y relativamente fácil, en la mediada que la población tome conciencia de los riesgos, cambie su concepto de bronceado saludable y ponga en pràctica medidas simples de protecciòn desde la primera infancia.              

No se trata de vivir sin sol, tampoco de vivir para el sol; debemos aprender a convivir con el sol, sostiene la Dra. García Martínez.

Una exposición moderada al Sol es capaz de producir innumerables beneficios que van desde una sensación de bienestar psíquico hasta cambios fisiológicos, como son la disminución de la presión arterial, estimulación sanguínea, la síntesis de hemoglobina y el aumento en la síntesis de la Vitamina D y la absorción de calcio por nuestro organismo.

¿Por qué debemos protegernos?

La especialista comenta que hay factores relacionados con la cantidad de radiación solar que llega a la superficie terrestre. Estas variaciones están en  dependencia a  la distribución geográfica  donde  estemos, de la época del año y de la variación diurna (hora).

La variación de la intensidad a la radiación UVB es muy grande , muy alta, al mediodía solar y muy baja por la mañana temprano y al atardecer. En cambio los rayos UVA varían mucho menos de intensidad a lo largo del día, por ello es que se debe proteger la piel contra los rayos solares UVA todo el día.

En áreas cutáneas expuestas al sol, precisa, pueden verse lesiones tumorales en más del 90% de personas. Por ejemplo: nariz, cara, cuello y brazos.

Como ya expresamos anteriormente la magnitud del daño solar producido por las radiaciones UV en un determinado individuo depende de la cantidad de radiación recibida y de las características de su piel.

Cuanto más blanca y con menor capacidad de broncearse sea la piel, mayor es la posibilidad de daño. Es así que, para unificar el criterio de sensibilidad, se consideran seis fototipos reactivos de piel teniendo como referencia las primeras exposiciones al sol después del invierno.

Teniendo en cuenta esta clasificación se puede prever el grado de riesgo de un paciente ante la exposición solar para adecuar y personalizar las recomendaciones de protección.

La Dra. García Martínez refiere que el autoexamen de la piel debe realizarse paso por paso. Se deben revisar los pabellones aurículares, labios, nariz, cara, cuello, brazos, tórax, piernas y pies. También se deberá consultar al dermatólogo cuando se note que los lunares cambian de color, produzcan dolor, aumentan de tamaño o sangren ya que estos son signos de alarma indicando la presencia de un cáncer de piel.  

Cuando estamos bajo el Sol se deben utilizar medios de protección como son sombreros, gorras,espejuelos; aunque evitar la exposición excesiva es la mejor defensa contra el daño solar.

Para concluir expongo las 7 medidas a tener en cuenta y para aplicar diariamente desde la infancia hasta la ancianidad y lograr una mejor calidad de vida.

1.- Mantener a los niños alejados del sol  en los primeros meses de vida , minimizando su exposición  a 15 minutos diarios ya que una quemadura solar a esa edad puede ser una emergencia médica.

2.- Mirar el tiempo:  reduciendo  los juegos, y otras actividades deportivas entre las 11 y 4p.m. debiendo desarrollarlas temprano en la mañana o mas tarde de las 4pm.

3.-Protección mediante las ropas adecuadas: en la playa mantener al niño pequeño bajo la sombrilla tanto como pueda.

4.- Uso de cremas  fotoprotectoras :de acuerdo al tipo de piel, deberán ser resistentes al agua y recordar que el aplicar la crema no debe ser excusa para mantener al niño expuesto al sol largo tiempo.

5.- Cuidado con la radiación solar que se refleja: a través de la arena, niebla, de ahí que sentados en la arena bajo la sombrilla no es una protección total . un día nublado más del 80% de la radiación solar puede aún quemar. Recordar que en las ventanas de cristal  y cristales de los vehículos dejan pasar la radiación UV y se debe de forrar con papeles de filtro.

6.-Cuidado con la radiación UV: en altas latitudes y en el trópico ya que se conoce que por cada 1,000 pies del nivel del mar se incrementa la radiación en un 4 a 5 %.

7.- Chequear los medicamentos que toman los niños: muchos de estos pueden resultar fotosensibles y provocar  reacciones cutáneas ante la mínima  exposición de luz UV.  (JNM)