Instructivo debate sobre el abordaje de la sexualidad en los medios

¿Cómo abordan los medios de difusión masiva el tema de la sexualidad? ¿los productos escritos, radiales o televisados tienen los requerimientos necesarios para que el mensaje emitido tenga una repercusión positiva en los diferentes públicos?

panel-sexualidad-editadaUn prestigioso grupo de especialistas, vinculados de una forma u otra con esta importante temática, expresó sus consideraciones en el panel denominado La sexualidad que miran nuestros medios, evento organizado y promovido por la Sociedad Cubana de Estudios Multidisciplinarios de la Sexualidad, Socumes, y que tuvo por sede a la Casa del Alba, en La Habana.

Junto a la Dra.C. Beatriz Torres, presidenta de Socumes, integraron el referido panel el Dr.C. Manuel Calviño. Psicólogo. Profesor, Comunicador Social, Programa de TV Vale la Pena; Dra.C. Patricia Arés. Psicóloga. Presidenta de la Sociedad de Psicólogos, representante en múltiples espacios de TV y  Prensa; Dr. Alberto Roque. Responsable de la sesión de Diversidad de Socumes.

Además, MSc. Isabel Moya. Periodista. Directora Editorial de la Mujer, profesora, presidenta de la cátedra Género y Comunicación del Instituto Internacional de Periodismo José Martí; MSc. Aloyma Ravelo. Periodista, escritora y guionista; MSc. Raúl Fuillerat. Psicólogo. Programa radial y proyectos comunitarios.

Un instructivo, ameno e intenso debate aconteció tras la intervención de los expositores, lo cual propició la participación de varias personas que integraron el númeroso público. A partir de sus resultados, solicité a la doctora Torres que manifestara sus valoraciones de este espacio de reflexión, aprendizaje y socialización del conocimiento.

1. Los medios de difusión masiva han incursionado, de un modo u otro, en temáticas vinculadas con la sexualidad. De acuerdo con los criterios emitidos por los prestigiosos especialistas que la acompañaron a usted en el referido panel esas presentaciones no siempre tienen el adecuado enfoque que requieren. ¿Qué elementos no deben faltar en el momento de concebir un producto televisivo, radial o de la prensa escrita o digitalizada?

A través de  los medios realizamos parte de nuestro trabajo de orientación el cual puede ser que no tenga el poder de transmitir a las personas cómo deben pensar pero sí consiguen imponer al público en lo que ha de pensar (poder agenda).

Así, los medios cumplen entonces en la sociedad junto con muchos otros factores (familia, escuela, entre los más importantes), la función de agencia formadora de valores humanos, de construcción de sentidos, que implica producción y reproducción de valores, principios y normas de la sociedad, lo cual genera una educación de tipo informal, por la acción constante de difusión informativa para su público. En tal sentido, son agentes educativos que expresan conocimientos y valores desde una cultura.

Ahora, habría que preguntarse: ¿siempre los medios contribuyen positivamente? y la respuesta es evidente: no siempre, de aquí que los elementos que no deben faltar en el momento de concebir un producto televisivo, radial… deben contener, entre otras recomendaciones, las siguientes:

1. Un diálogo más interactivo y no dar fórmulas o lo que se supone debe hacerse. 2. Eliminar una visión esquemática, sin matices, de extremos acerca de la vida en pareja, el amor y la sexualidad, rompiendo una concepción de la sexualidad relacionados con “perdidas, dolor o enfermedad” o solo centradas en temas como “embarazo no deseado, ITS. VIH/sida, rupturas, duelos y perdidas en general” y el placer acaso no hay que educarlo, es una utopía ¿es inalcanzable?. 3. No brindar formulas, ni recetas, sino ayudar a pensar, crear inquietudes. 4. No usar un lenguaje  extremadamente técnico, pero tampoco simplista, pues ayudamos a educar. 5. Presentar racionalmente temas tabúes y poco tratados, no evadir el manejo de los mismos pero sin saturar.

2. La diversidad sexual fue uno de los temas abordados durante la exitosa realización del panel. Su tratamiento en los medios, en particular en la TV, ha originado polémicas entre especialistas, realizadores, y televidentes. ¿Qué opina de los últimos productos exhibidos en la pequeña pantalla; abarcan, suficientemente, los aspectos contenidos en la diversidad sexual o por el contrario necesitan ser reformulados y exponerse de otra manera?

En relación con esta temática coincido con las respuestas formuladas por el Dr. Alberto Roque el cual afirma: La representación del sujeto homosexual en la televisión cubana significa una transgresión, una amenaza a los pilares del poder patriarcal y heteronormativo.

Reconozco en nuestro medios una incipiente apertura en el abordaje de estos temas; sin embargo, opino que a pesar de las buenas intenciones, en la mayoría de los programas televisivos se victimiza a la persona homosexual. Los vocablos homosexual-homosexualidad están  prácticamente vedados.

El asunto se torna más espinoso cuando se trata de producciones que reflejan la realidad nacional. Como en otros contextos de la vida cotidiana, las zonas oscuras y periféricas del imaginario social cubano se representan en términos eufemísticos o edulcorados.

Si de sexualidad se trata estas zonas representan lo oculto y lo marginal; lo no deseado, lo ominoso del cuerpo de la nación. Los spots televisivos destinados a la prevención de las infecciones de transmisión sexual y  en lo particular del vih-sida, no se corresponden con la estadística de que un 80 % de los hombres que tienen sexo con otros hombres somos los responsables de la transmisión del virus en nuestro país.

Además de la falta de sistematicidad de estas campañas, el grupo meta representado es predominantemente heterosexual.

Se necesita de inmediato replantearse los valores humanos sobre la sexualidad. Se requiere de un cuestionamiento del poder patriarcal, con su carga de violencia, exclusión, homofobia y misoginia.

Más que representar las sexualidades no hegemónicas, se necesita señalar la homofobia como problema, las razones que conllevan a la discriminación y a la convivencia alejada de una cultura de paz. Esa debiera ser  la saturación real de nuestros medios.

3. El profesor Manuel Calviño, habitual presentador del reconocido programa Vale la Pena, manejó el concepto de límites de la explicitación. Focalicemos el aludido concepto en dos situaciones concretas: las menciones dirigidas al uso del condón y la información distorsionada que se muestra en un filme acerca de la falta de orgasmo en la mujer. ¿Qué comentarios puede hacer al respecto? 

En relación con el tema de la explicitación de los mensajes relacionados con la sexualidad, nos encontramos con una problemática muy concreta ya sea por la forma en que se presentan los mensajes como por la frecuencia de algunos temas abordados. 

Hay personas que refieren:  es como si me quisieran inculcar esas ideas; de tanto repetirlas llego a rechazar el tema o le presto menos atención" Aquí puede verse por ejemplo las campañas por el uso del condón.

Otra muestra de la explicitación es cuando se reduce la sexualidad a la genitalidad, a las relaciones sexo –eróticas se imponen modelos de  cómo debe ser y no de cómo nos gusta hacer y el público en especial en el caso de los jóvenes y adolescentes tratan de seguir esas normas y estereotipos, dándosele una importancia excesiva a la preocupación por el rendimiento, a la imagen corporal, lo que se percibe en especial en filmes o telenovelas.

Allí se explicitan conductas, comportamientos que llevan a centrarse no en una educación por la calidad de la pareja, el disfrute y realización personal, sino en lo que es chic, a la moda lo que genera creencias y expectativas inadecuadas. Ejemplo sobre valoración del orgasmo: Es como ir a la luna y dar la vuelta; sobre el tamaño del pene, que lejos de aclarar confunden.

Pero pensemos también en nuestra producción nacional y recordemos cómo se presentan a nuestras parejas en algunos de los últimos filmes y telenovelas.

¿Es que ya no existe el amor ni proyectos de pareja armónicos; con independencia del tipo de pareja que se trate; no solo con relación a la orientación sexual, sino edad, raza, estatus social, todas tienen que terminar en fracaso, engaño?

No es dar una visión edulcorada de las novelitas rosas pero tampoco instauremos el paradigma que la pareja esta en disolución, se acabó el amor, pues estamos educando con nuestros mensajes y producciones. Así, los medios de comunicación pueden brindar una orientación muchas veces clara, otras veces confusa y otras contradictorias.

Otra vía de explicitación es cuando encontramos en los diferentes contenidos de los medios se ofrecen estilos para resolver situaciones amorosas o de conflicto: que no tienen matices, que no promueven la reflexión y muchas veces las personajes asumen posturas muy negativas o todo lo contrario, casi rayando en la incredulidad; lo que no facilita la reflexión, la búsqueda de soluciones o posturas alternativas.

¿Y la formación de valores donde está?. Es sabido que hay muchos jóvenes que tienden a seguir el ejemplo de sus modelos favoritos de comportamiento (por ejemplo: locutor, personajes de telenovela o de series, etc.) y a comportarse en consecuencia.

El problema radica en que a veces se cree a ciegas y se hace acto de fe, sin valorar aspectos positivos o negativos de lo que a uno le proponen.

Sería difícil decir si los medios de comunicación son buenos o malos para la salud y el bienestar de las personas. En el campo de la salud, es común encontrar opiniones que satanizan a los medios de comunicación por su impacto potencial en la promoción de comportamientos no saludables entre los adolescentes y jóvenes.

Se menciona que los contenidos preferidos por los adolescentes en los diferentes medios que consumen favorecen el desarrollo de conductas violentas, conductas sexuales liberadas y desprotegidas, así como el consumo amplio de tabaco, alcohol y drogas.

Hay quienes, por otro lado, rescatan el rol promotor de la salud que juegan los medios, al difundir cotidianamente mensajes institucionales que orientan a los jóvenes hacia una cultura que preserva el medio ambiente, valores de la familia y la sociedad, comportamientos preventivos y otros.

En general, pienso que hay que estar atentos a cualquier fuente de información que nos oriente sobre nuestra salud, pero que hay que tomar en cuenta quién dice las cosas, en qué momento y con qué seriedad. (JNM)